sábado, 8 de septiembre de 2012

VEN



Quiera que seas ¡ven! ¡Ven! quien quiera que seas… El Alma gira alrededor del Secreto del Amor. Musulmán o cristiano, judío o adorador del fuego, ven.
Blanco o negro, pobre o rico, alto o bajo, si estás enfermo, ven. Si estás triste, ven a llorar con nosotros.
En el Espíritu todos somos uno. Desde el interior, únicamente existe el secreto del Amado. Nuestra Taberna es antigua, se erigió antes de la creación. En ella se sirve el Vino Añejo, ven y bebe despacio, trago a trago. Deléitate con el néctar del Amor.
Puede que el ego te domine. Abandona el ego y ven. La Auténtica Realidad se alcanza por la experiencia directa. La experiencia directa por abandonar el ego y venir.
La Taberna es un estado, en ella se reúnen los pobres de Dios. Aquellos que nada tienen porque lo han puesto todo sobre el altar de su Señor.
Dentro del cuerpo se debaten dos fuerzas, la tendencia animal y la aspiración angelical. La primera está sujeta por la gravedad, la segunda aspira a remontar el vuelo atraída por la Inmensidad.
Abre la puerta de la jaula de la forma y deja salir al ruiseñor. Deja que remonte el vuelo, escucha su canción.
Es un triste relato, habla de la separación. Abre las puertas de la jaula y deja que se reúna con su Amor.
¡Ven con nosotros y enloquece! Déjate llevar y ven. Remueve todo tu mundo, aligera de su peso al corazón. Gira con el cosmos, danza como un junco, postra tu frente ante al alquibla del Señor.
Olvida todo lo que sabes, ante su Trono no puede haber dos. Entona despacio Sus Nombres, deja que empapen tu razón. Después contempla, el Amor hace nuevas todas las cosas. ¡Ven con nosotros y bebe!
El dueño de la Taberna ha dicho: “Existe un Paraíso en el que no hay palacios, ni jardines, ni ríos de leche y miel”
Ese paraíso es el Recuerdo, el Recuerdo es amarle solo a Él.
Si te sientes afligido ven. Si te sientes solo ven. Si estás en un desierto, ven. ¡Ven y enamórate!
El Amor es uno solo, dos no puede haber. Si quieres conocer el secreto de nuestra Taberna espera junto a la puerta. Cruza despacio el puente del ser y del no ser. Solo hay un Dios es la llave, la locura viene después… los ángeles cantan Sus Benditos Nombres, el ruiseñor ha subido tan alto que ya no se puede ver. Ven con nosotros y canta ¡Dios es Bueno! No hay otro dios sino Él.

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