martes, 30 de septiembre de 2014

El Samá o la Danza de los Derviches







El Estado Iluminado del que nos habla la mística es un lugar donde no hay el menor atisbo de oscuridad y la mente descansa en su estado primigenio. De esta forma podemos decir que la mente y la forma se hacen una misma cosa, pues se han unido en un todo armonioso y, aunque la materia esté ligada naturalmente a las leyes causales, habrá trascendido el mundo fenoménico.

El dolor y la pena del alma es el lenguaje secreto que utiliza Dios para decirnos:

“¡Búscame con todas tus fuerzas, con todo tu corazón, con toda tu mente y con todos tus recursos! Nadie en la tierra puede calmar el dolor de quien se encuentra sediento de cielo”

Y así nace la medicina del alma de los derviches.

La primera vez que se introdujeron instrumentos musicales en las ceremonias espirituales del mundo islámico fue gracias a la inspiración del maestro Djalal al Din Rumi.
El canto del ney, según el Sheij de Konya, se asemeja al lamento del alma por la separación de su Señor, la cual se dio en tiempos sin principio. Los tristes sonidos del laúd y del timbal están cargados de melancolía, y cuando escuchas al viento convertirse en notas musicales, algo en el pecho se estremece. Cuando oyes la vibración de las cuerdas quejarse de dolor y los golpes de los timbales acompasar el ritmo sangrante del corazón, un antiguo pesar del alma emerge a la superficie.

Dejándote llevar por su canto, la música sufí conduce al alma mortal hacia la comunión con esa parte de nosotros mismos que espera pacientemente emprender el Camino de Retorno hacia su Señor. El embrujo del laúd vuelve a reunir lo que un día se dividió… pero ese encuentro se produce sin pesar, sin la sensación de aferramiento del propio ego a su existencia ficticia.

La música sufí, por unos segundos, apacigua la bestia que llevamos dentro y la conduce hasta su morada original, donde se funde con la Realidad y desaparece.

Junto con el sonido de los instrumentos, los derviches que seguimos el sendero de Rumi giramos en torno a nosotros mismos, imitando así el movimiento de la forma en la Creación; lo que algunos aseguran pudiera ser la oración primigenia que realizan, conscientes o no, todos los seres.

Por tal razón, el derviche, voluntariamente, danza con el cosmos girando hacia la izquierda, involucrándose en el movimiento de todo lo que se manifiesta pues, como dice el Sagrado Corán:

“Toda la Creación canta alabanzas al Señor de los mundos. Unos voluntariamente y otros sin darse cuenta”

El movimiento de los astros alrededor del sol, el flujo de la circulación de la sangre a través del cuerpo circunvalando el corazón, el tawwaf de los peregrinos en la Kaaba o el camino de los ángeles cuando dan vueltas alrededor del Trono de Dios es la oración original, voluntaria y obligatoria en este mundo relativo pues, los elementos que componen los átomos y que giran alrededor de su núcleo, realizan también este mismo ritual.

Los derviches giróvagos damos vueltas en el sentido del universo, uniéndonos a él en adoración voluntaria a nuestro Señor.

Al ver a los sufíes mevlevies, algunos occidentales interpretaron que el giro incesante del cuerpo nos sugestionaba, adentrándonos en una especie de trance producido por la pérdida del control de los sentidos. Sin embargo, esta deducción es absurda, pues en ningún momento el derviche pierde el norte a causa del giro, sino más bien todo lo contrario. Con la experiencia del giro siente que su corazón se abre y purifica, recuperando la Comunicación con el Todo que se manifiesta en lágrimas y Gozo.

Al ir practicando esta danza cósmica, el derviche irá asimilando el movimiento, dándose cuenta de que, si bien las primeras jornadas quizás caiga al suelo con los sentidos distorsionados, cuando el estado real de introspección atrapa el corazón, el giro será tan solo la forma exterior de la oración, pues la esencia se manifestará en el alma, que es quien verdaderamente podrá experimentar el éxtasis.

Cuando el derviche danza, su pie izquierdo será el nexo que lo unirá con la tierra constantemente, dando vueltas al compás del cuerpo, sin elevarse del piso, mientras el pie derecho impulsará el giro en sentido adverso a las agujas del reloj.

Contrariamente a las otras técnicas, el punto de atención aquí será el corazón.

Si bien las manos estarán recogidas primeramente sobre el pecho, como preservando una preciosa joya, irán extendiéndose a medida que el giro vaya tomando cuerpo, asemejándose al florecer de una rosa que abre sus pétalos para recibir la luz que proviene del Sol de su Señor.

La cabeza estará levemente inclinada hacia la derecha y los ojos quedarán entre abiertos.
Aprender a mantener la mirada interior será fundamental para ir salvando los efectos embriagantes del giro.

Al extender los brazos, permanecerán paralelos al piso. La mano izquierda estará vuelta hacia abajo, al contrario que la derecha, que extenderá la palma hacia arriba.

Con el giro, Allah, Bendito sea, si lo desea, enviará Su Aliento al giróvago, la Báraka, la cual penetrará en el cuerpo a través de la mano que tenemos vuelta hacia el cielo, seguirá su camino hacia el corazón, purificando el espejo donde se refleja, para salir al exterior llegando a todas las criaturas a través de la mano izquierda. También podrá entrar por nuestra coronilla y repartirse desde allí.

Sabemos que el samá produce y proporciona sosiego mental comparable a los estados de calma más profundos a los que también se puede llegar con las técnicas budistas e hinduistas, con la única diferencia sustancial, obviando la devoción sufí a la única Deidad, del movimiento implícito en esta práctica.

Si la admiración del baile de los derviches, junto con la música del laúd y del ney, produce en el espectador un impacto espiritual como pocas veces se haya podido experimentar, sentir el giro al compás de la Danza del Cosmos puede abrir también nuestro corazón a otras realidades. Es, sencillamente, otra forma de rezar, otra manera de acercarnos a Dios.

Al mismo tiempo que giramos, la recitación de los Nombres de Dios o el canto salmodiado de alguna oración será también fundamental.
Girar con la música del laúd y del ney de fondo puede ser una manera adecuada de introducirnos en la técnica.

Se siguen difundiendo, a pesar de los años y de la masacre que sufrieron los miembros de la cofradía Mevlevi, historias increíbles sobre las bendiciones del giro y los estados elevados de Maulana Djalal al Din Rumi.
Los poemas que escribió han sido fuente de inspiración para místicos cristianos como San Juan de la Cruz o Santa Teresa, y la gran mayoría de occidentales que hemos entrado en la senda del misticismo sufi, debemos a los poemas de Rumi e ibn al Arabi de Murcia, la gracia de habernos vuelto el corazón hacia el Camino de la Unicidad.

En los círculos de Dhikr de algunas tariqas se siguen contando relatos que aseguran que algunos de los derviches de la escuela de Rumi, concretamente en Estambul, han sido tan diestros aligerando la carga de sus corazones que, al realizar el giro, fueron capaces de elevarse por los aires físicamente.

De igual forma se cuenta que los discípulos más avanzados del Maestro de Konya, en aquellos tiempos, debían alcanzar la misma realización para poder pertenecer a la cofradía.

jueves, 4 de septiembre de 2014

CLASES DE MEDITACIÓN



Hola a todos, como es habitual, dejamos el verano y regresamos al trabajo, los días se van haciendo más cortos y la oscuridad va ganando la partida a la luz. Nosotros, para contrarrestar la rutina, empezamos el nuevo curso de meditación para nuevos y antiguos alumnos. 

Este año tenemos dos propuestas: un día a la semana en sesiones de una hora (laborable), o dos fines de semana al mes en sesiones de dos horas (sábado o domingo) donde volveremos a recordar los fundamentos de la meditación, cómo realizar una sesión y sobre todo práctica, práctica y práctica. 

En este nuevo formato los antiguos y nuevos alumnos podrán coincidir en las clases pues empezaremos por las técnicas y fundamentos esenciales ya que el tiempo me ha enseñado que las cosas se van olvidando y es necesario renovarlas, tenerlas siempre presentes. 

Igualmente este año, para quien complete el curso, entregaremos diploma final. Quien esté interesado puede ponerse en contacto conmigo a través de email, por facebook o, si tenéis mi móvil, pues eso. 

Id reservando plaza para que pueda elaborar los grupos, no lo dejéis para el final. Igualmente, si conocéis al alguien interesado, agradecería la difusión. 

Tenemos tres localidades Linares, Jaén y Martos (ésta última no está clara todavía) 

Igualmente, si sois de otra ciudad o provincia y tenéis un grupo, preguntadme precio o coste de las clases individuales. Muchas gracias, un abrazo¡¡¡

latabernadelderviche@outlook.com